La realidad consiste en fragmentos. Si te das cuenta, la misma película proyectada, el mismo paisaje caminado, la misma conversación mantenida, el mismo beso compartido o la misma imperiosa necesidad de una silla se perciben de modo distinto para cada uno.
Cuando nos arrolla algún fragmento, lo percibimos como un todo global, a veces confuso, pero que se extiende hasta rellenar un instante, un minuto, un mes, una vida. Lo percibimos como un todo con tanta fuerza, a veces confusa, que no se nos ocurre pensar que sólo es una parte, un fragmento, un fotograma.
Sólo hay una verdadera razón para contar lo sucedido, una única necesidad sustancial que es la de revivirlo, tal y como hacemos con los recuerdos que, al contarlos, parecen dejar de representar lo perdido y confiamos en retenerlos un poco más. Como una conversación de madrugada, cuando los ojos se van volviendo chiquitos y nadie quiere que la suya sea la última palabra.
La única razón para contar lo sucedido es la imperiosa necesidad de asegurarse de que alguien más vivió un momento con nosotros, que le dio tanto valor como nosotros, que significa lo mismo que para nosotros.
Las otras razones posibles son espurias, ficticias, bastardas... Porque también contamos para engañar o engañarnos, para dar envidia o propagar rumores, para presumir, para matar el tiempo, para detener ese ruido infernal en que a veces se convierte el silencio.
Contamos para sobornar a algún biógrafo aturdido, para alterar la gran investigación de la verdad del mundo, para convencer de que nuestro fragmento es el único. O para limar los bordes y sacarle brillo a ese trozo de la realidad que sólo puede ser nuestro. Muchas veces también contamos en defensa propia, para des-contar lo que dicen otros.
Contamos para sobornar a algún biógrafo aturdido, para alterar la gran investigación de la verdad del mundo, para convencer de que nuestro fragmento es el único. O para limar los bordes y sacarle brillo a ese trozo de la realidad que sólo puede ser nuestro. Muchas veces también contamos en defensa propia, para des-contar lo que dicen otros.
Supongo que te habrán contado muchos fragmentos, aunque no sé bien con qué objeto. Pero te habrán contado quienes siempre te cuentan, como siempre te cuentan, por lo que siempre te cuentan. Quizás me equivoco yo en lo que no cuento, porque puede que la curiosidad o la tranquilidad de otro sea también una razón aceptable para contar.
En cambio, sí quiero contarte la otra porción, esa que yo mismo me cuento para retenerla un poco más, para distinguirla de un sueño y saber en qué cara del poliedro estuvimos cada uno. Mi fragmento está lleno del peso aprendido de un cuerpo, del calor suave de una piel que al extenderse se va tornando doméstica y de ese intento tan desvalido de restregar la tristeza contra las sábanas, sin conseguir que desaparezca.
Supongo que te habrán contado, alguna vez, estas mismas cosas que yo te cuento. Puede que hasta con mejores palabras, con edad más apropiada para la ternura y con gestos más intensos.
Yo sólo escribo aquí este fragmento para tener un sitio en donde guardar las cosas que pierdo y avisarme de las que no quiero seguir perdiendo.
NOSTALGIA DE PESO
Siento nostalgia de tu peso, del modo
tan particular que tiene el amor
de encaramarse a las sillas,
de esa sensación de espuma en el oído
cuando tu pelo se me enreda en los dedos
mientras respiras a dar.
Es curioso que la nostalgia se me acumule
en los brazos abiertos, en los muslos exentos
de ese peso justo que me ancla a la tierra
y a un lento recorrer los bordes de una nube.
Es curioso sentir esta nostalgia de tu peso.
Tú dirías, con esa niebla con que miras la vida,
que se puede vivir sin abrazos y sin besos.
Seguramente tendrías razón si lo dijeras,
como lo dices todo, mansamente,
como ciego que le alumbra al visitante
el fondo de la celda
en la que se desespera de oscuridad.
Tal vez tuvieras razón y se pueda
tener una vida corriente entre las manos
sin otra cosa que llevarse a los muslos
que el recuerdo de un peso,
sostenido a favor y en contra
de la ley de la gravedad.
si, si, si.
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